La crisis inmobiliaria, como cualquier otra crisis, va acompañada de lo que podríamos denominar efectos colaterales. Si la caída en los precios de la vivienda es el principal efecto de la crisis, poco a poco el efecto se extiende y provoca caídas también en el precio de los alquileres, en el mercado de oficinas y locales comerciales, y por último en los precios de las plazas de garaje que no iban a ser una excepción.
El efecto es directo en el caso de los garajes que se ofertan conjuntamente con los pisos de obra nueva. Las normas urbanísticas obligan a construir como mínimo una plaza de parking en las nuevas promociones, por lo tanto la caída de ventas de pisos provoca el congelamiento de ventas de plazas de garaje en las promociones de obra nueva. A este respecto el Ministerio de Vivienda revela que un efecto colateral de la crisis inmobiliaria es la caída de hasta un 20%, según la comunidad, del precio de los garajes.
Pero ¿qué ocurre con las plazas de garaje que no se encuentran en las zonas nuevas periféricas? En las zonas céntricas de las ciudades, hasta ahora eran un valor muy seguro como inversión ya que a la necesidad de aparcamiento que tenemos todos los que vivimos o trabajamos en ellas se sumaba la proliferación de los sistemas de aparcamiento regulados por los ayuntamientos, zonas verdes y azules, y la escasez de plazas existentes. En principio es un escenario muy alejado del anterior. Pero nada se escapa de esta crisis y si bien este tipo de aparcamientos no están afectados directamente por el parón de ventas de viviendas, de nuevo los efectos colaterales provocan el estancamiento y caída de los precios de los parkings.
¿Cuáles son los efectos colaterales y como afectan al precio de los parkings? El efecto principal es la pérdida de atractivo como inversión y su causa el descenso de las rentabilidades obtenidas: Para empezar el precio de los alquileres ha comenzado a descender al haber menos gente dispuesta a pagar según que cantidades al mes para que su coche no duerma en la calle. Es una cuestión de priorizar las necesidades. También ayuda en gran manera el descenso de la demanda de plazas por parte de empresas para sus trabajadores. Unas por cierre y otras también por necesidad. Por último el transporte público ha ganado presencia en los desplazamientos por motivos de trabajo. Por poner un ejemplo en la región metropolitana de Barcelona los desplazamientos en coche han disminuido este año en un 5,7% según datos oficiales de la Generalitat.
Es una de las reglas básicas, a menor precio de alquiler menor atractivo para el inversor. Otra regla dice que a menor demanda por parte de los inversores los precios bajan para volver a ser atractivos. Las previsiones son que los alquileres continúen cayendo y con ellos los precios de los parkings. Y ya se sabe que a río revuelto ganancia de pescadores, o en este caso…. de inversores.
El efecto es directo en el caso de los garajes que se ofertan conjuntamente con los pisos de obra nueva. Las normas urbanísticas obligan a construir como mínimo una plaza de parking en las nuevas promociones, por lo tanto la caída de ventas de pisos provoca el congelamiento de ventas de plazas de garaje en las promociones de obra nueva. A este respecto el Ministerio de Vivienda revela que un efecto colateral de la crisis inmobiliaria es la caída de hasta un 20%, según la comunidad, del precio de los garajes.
Pero ¿qué ocurre con las plazas de garaje que no se encuentran en las zonas nuevas periféricas? En las zonas céntricas de las ciudades, hasta ahora eran un valor muy seguro como inversión ya que a la necesidad de aparcamiento que tenemos todos los que vivimos o trabajamos en ellas se sumaba la proliferación de los sistemas de aparcamiento regulados por los ayuntamientos, zonas verdes y azules, y la escasez de plazas existentes. En principio es un escenario muy alejado del anterior. Pero nada se escapa de esta crisis y si bien este tipo de aparcamientos no están afectados directamente por el parón de ventas de viviendas, de nuevo los efectos colaterales provocan el estancamiento y caída de los precios de los parkings.
¿Cuáles son los efectos colaterales y como afectan al precio de los parkings? El efecto principal es la pérdida de atractivo como inversión y su causa el descenso de las rentabilidades obtenidas: Para empezar el precio de los alquileres ha comenzado a descender al haber menos gente dispuesta a pagar según que cantidades al mes para que su coche no duerma en la calle. Es una cuestión de priorizar las necesidades. También ayuda en gran manera el descenso de la demanda de plazas por parte de empresas para sus trabajadores. Unas por cierre y otras también por necesidad. Por último el transporte público ha ganado presencia en los desplazamientos por motivos de trabajo. Por poner un ejemplo en la región metropolitana de Barcelona los desplazamientos en coche han disminuido este año en un 5,7% según datos oficiales de la Generalitat.
Es una de las reglas básicas, a menor precio de alquiler menor atractivo para el inversor. Otra regla dice que a menor demanda por parte de los inversores los precios bajan para volver a ser atractivos. Las previsiones son que los alquileres continúen cayendo y con ellos los precios de los parkings. Y ya se sabe que a río revuelto ganancia de pescadores, o en este caso…. de inversores.
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