PARKINGS PARA MUJERES. ¿CONCESIÓN, FAVOR, CORTESÍA..... O UNA OFENSA?

La noticia apareció en la BBC el pasado 28 de diciembre, la fecha invitaba a pensar en una inocentada de tantas, pero los norteamericanos, los ingleses y demás tienen su propio día de los inocentes, April Fool's Day lo llaman, y lo celebran el 1 de abril. Por lo tanto la noticia es tan real como el revuelo que ha levantado: En China han construido un parking exclusivo para mujeres. El promotor de la idea, un centro comercial de la provincia de Hebei, justifica el tamaño de las plazas -un metro más ancho de lo normal- y la decisión de pintarlo en rosa e iluminarlo con luces violetas o morados, como la respuesta al gusto de las mujeres por los colores fuertes y a su diferente percepción de las distancias. Para acabar de contentar al personal femenino el parking ha entrenado a un equipo de auxiliares, asistentas mejor dicho, para ayudar y guiar a las mujeres a la hora de aparacar sus coches. Conducir en China es una actividad pelligrosa, concluye la BBC, con 200 muertes en carretera cada día.

Así que eso es lo que tenemos, plazas de aparcamiento XXL, pintadas de rosa y con asistentas que ayudan a maniobrar el vehículo. Contado así, suena mal, la verdad, quizás para los chinos sea normal este trato de favor a las mujeres. Pero en nuestra parte del mundo las cosas son diferentes y aunque parezca mentira también tenemos parkings para mujeres. Por ejemplo en Alemania es fácil encontrar carteles anunciando "aparcamiento para mujeres", se trata de una cortesía para aumentar la seguridad ya que están cerca de la salida de los lugares públicos y video vigiladas y sí! son algo más anchas.... pero para poder sacar y maniobrar con mayor comodidad los carritos de sus niños. Es lo mismo pero de otra forma, sin colores rosas, luces moradas ni asistentas para aparcar.

Y más cerca aún también tenemos ejemplos, un centro comercial de Zaragoza, Puerta Cinegia, tiene reservadas siete plazas exclusivas para mujeres. Nuevamente para garantizar la seguridad de ellas, al estar situadas las plazas junto al vigilante. Se parece pero no es lo mismo, la esencia del favor reside en la intención o el propósito con el que se hace, no en lo que se hace; es fácil pues con una misma acción pretender hacer un favor y acabar ofendiendo.