Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, se ha visto obligado a modificar uno de sus proyectos estrella: cubrir la demanda real de aparcamientos en la ciudad, sobre todo en los llamados “barrios altos”, alejados del centro y víctimas de las atropelladas y mal planificadas políticas urbanísticas de los años sesenta. La noticia publicada en el correo digital revela un dato a tener en cuenta. Desde 2003 el ayuntamiento ha promovido siete mil plazas de aparcamiento en régimen de concesión, de los cuales aproximadamente mil siguen libres pese a la gran dificultad que supone encontrar aparcamiento en la ciudad y en concreto en los citados barrios obreros de la periferia. Los vecinos no son partidarios de invertir entre diez mil y dieciocho mil euros en una plaza de aparcamiento de concesión que nunca será de propiedad. La mayoría prefiere invertir su tiempo, un cuarto de hora de media según un estudio reciente, en encontrar un sitio dónde estacionar.Por lo tanto el que iba a ser uno de los pilares de la gestión municipal va a tener que ser revisado y el nuevo proyecto que costará unos cinco millones de euros habilitará en los próximos años un millar de plazas gratuitas en lugares como Arangoiti, La Peña, Zabala o Bolueta.
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