domingo, 15 de agosto de 2010

RESISTIENDO CONTRA CORRIENTE.


Los precios de las plazas de garaje están aguantando la crisis inmobiliaria bastante mejor que los precios de la vivienda, se resisten a bajar en las mejores zonas llegando incluso a seguir con la tendencia al alza en el centro de las grandes ciudades. Sí que es verdad que en los barrios más periféricos los precios han descendido, pero allí donde los precios han bajado lo han hecho mucho menos que en el caso de las viviendas.
Haciendo un seguimiento del comportamiento de los precios en cualquiera de los principales portales inmobiliarios podemos constatar lo anterior, pero no hacen falta estudios de mercado ni análisis de datos para ello, es tan sencillo como recorrer las calles de cualquier ciudad y hacerlo desde el centro a las afueras, si lo hacemos en coche y tratamos de aparcar o de buscar sitios vacios mejor. No tardaremos en darnos cuenta de la realidad: los precios están directamente relacionados con la disponibilidad de aparcamientos en la calle. Por supuesto que hay otros factores que influyen, pero por encima de la crisis inmobiliaria los precios de las plazas de garaje aumentan, aguantan o bajan en función de la dificultad o facilidad para aparcar en la calle.

Otros factores que protegen el precio de los garajes son:

- La relación oferta/demanda. La oferta de aparcamientos es mucho más limitada que la de viviendas y su demanda se ha mantenido estable durante estos años, además el parque de vehículos se mantiene al alza. Esto ocurre en todas las zonas excepto en las periféricas con abundante obra nueva o de reciente construcción, dónde generalmente la normativa municipal obliga a construir plazas de garaje vinculadas a las viviendas y en muchos casos no consiguen venderse todas.

- El efecto de los parquímetros. Desde que los ayuntamientos pusieran en marcha en el centro de las ciudades el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) los vehículos que acostumbraban a dormir en la calle han tenido que alquilar o comprar una plaza de aparcamiento por lo que la incesante propagación de las zonas reguladas con parquímetros está ayudando a mantener el precio de los garajes privados.

- Ausencia de cargas hipotecarias: En la mayoría de los casos las plazas de garaje no tienen cargas y el vendedor no debe pagar una cuota al banco cada mes como sucede con los pisos, en esas circunstancias un vendedor no tiene prisa por bajar el precio ya que no se siente agobiado. Sí que se nota una mayor flexibilidad a la hora de negociar un precio pero no para bajarlo de entrada.

En definitiva: la oferta limitada, la demanda sostenida, la competencia con los parquímetros y la ausencia de cargas hipotecarias son parte importante de la causa de que el mercado de las plazas de garaje resista mejor la crisis que el de la vivienda.

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