Que 2011 será un año difícil, es algo más que asumido por todos; que lo será especialmente para el sector inmobiliario no sorprende a nadie y menos al presidente del Colegio de los API catalanes que recientemente ha declarado: "en 2011 nadie venderá ni comprará si no es estrictamente necesario". Normal que piense Joan Ollé que no se venda nada este año, ya se vendió poco en 2010 y fue gracias a la presión sobre los compradores indecisos que supuso la amenaza de la subida del IVA y la supresión de las ayudas fiscales para este año. Sin esos incentivos ¿para que comprar este año?
Y si tan pesimista es la previsión del representante de los agentes inmobiliarios, opinión que es compartida por la mayoría de analistas españoles ¿Qué podemos esperar desde fuera? ¿Qué opinarán los medios extranjeros? Pues por poner un ejemplo de publicación seria y prestigiosa, por ejemplo THE WALL STREET JOURNAL se estrena este 2011 con el siguiente titular: "El desolador panorama del mercado inmobiliario español", reportaje en el que repasa datos por todos conocidos tales como el descenso del 24% de hipotecas en 2010, descenso del 18% en las ventas, descenso del 30 % en las rentas del mercado de oficinas y demás descensos que invitan a su autor a concluir “Entre todas las incertidumbres que rodean al mercado inmobiliario europeo de cara a 2011, hay una creencia pertinaz: España aún está en problemas.”
En definitiva poco podemos esperar de un año de transición, con elecciones a la vista. ¿Para que comprar o vender? de acuerdo con Ollé, el único motivo válido será la necesidad, no el deseo, la especulación o la inversión, estos últimos compradores que no compran por necesidad no pondrán pegas en esperar un poco más y quizás su incentivio sea un cambio de gobierno que despierte el mercado de nuevo.
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