lunes, 7 de noviembre de 2011

DEMOLICIONES


Edgar Degas. AUtorretrato (1855) 

La demolición en 1912 de su residencia en la parisina rue Victor Massé motivó al genial pintor Edgar Degas a colgar los pinceles y dejar de pintar, más bien la demolición le desmotivó, qué más da, tenía ya 78 años y fallecería cinco años más tarde. Su obra nos retrató el París de finales del siglo XIX, una urbe decadente en la que conjuntamente malvivían por un lado los obreros y junto a ellos, los burgueses disfrutaban  de lo mejor de la vida. Doscientos años después de aquella demolición y 6.287 kilómetros al oeste de París nuevas demoliciones marcan el final de otra época nuevamente decadente en la que obreros y burgueses conviven con las misma diferencias que en el París de finales del XIX. 

El Washington Post, en un insólito artículo, nos descubre algo inaudito: Los bancos prefieren gastarse unos 7.500 dólares (6.000 euros) para hacerse cargo de la demolición y limpieza de viviendas abandonadas por familias que no han podido pagar sus hipotecas antes que mantenerlas. O la demolición o se hacen cargo del pago de los impuestos, del mantenimiento de las viviendas y del coste de anunciarlas para tratar de venderlas. Esta última posibilidad casi pertenece al terreno de las fantasías.... vender una casa.... por lo que la demolición es la opción mas realista para la Banca cuando se trata de cuadrar las cuentas.  Esto está ocurriendo en Cleveland ante el hacinamiento de viviendas embargadas, viviendas que nadie quiere comprar y que acaban convertidas en iglesias, aparcamientos o jardines.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que pena leer eso, para tirarlos abajo sería mejor que los dieran a las familias que no han podido pagarlos